Páginas del blog Ría de Ribadeo

domingo, 30 de noviembre de 2014

Paseos por Ávila: grullas en la Laguna del Oso y pico picapinos en Arévalo

 
Con algo de retraso, os traigo hoy el relato correspondiente a mi última visita a la Laguna del Oso. Fue el día 15 de noviembre, hace ya dos semanas. Hacía un día algo desapacible, con viento y lluvia, pero tampoco me importaba mucho, ya que mi idea era simplemente ver las primeras grullas (Grus grus) de la temporada. Así que me valía con estar resguardado en el observatorio y disfrutar del espectáculo que supone ver a los grandes bandos de estas magestuosas aves moviéndose por el entorno de la laguna. Y efectivamente, allí estaban.



Junto a las grullas, había también algunos pequeños bandos de ánsares (Anser anser) pastando en los campos aledaños. Y en las lagunas propiamente dichas, diversas especies de anátidas: azulones (Anas platyrhynchos), cucharas (Anas clypeata), unos pocos rabudos (Anas acuta), cercetas (Anas crecca) y silbones (Anas penelope).



Al rato, llegó compañía al obervatorio. Primero Víctor Coello, y luego Víctor GD, y entre los tres estuvimos charlando un buen rato hasta que llegó la hora de retirarse. Eso pensaron también las grullas, ya que comenzaron sus vuelos de aproximación al vaso lagunar para pasar la noche.



Para finalizar con El Oso, cuelgo esta foto del futuro centro de interpretación Lagunas de la Moraña, que como podéis ver, exteriormente está ya terminado. Parece ser que dentro de unos meses podría inaugurarse. Nunca me canso de repetir aquí que esta pequeña población abulense de El Oso es todo un ejemplo de apuesta por el turismo ornitológico. Están poniendo todo su esfuerzo en ello, ligando el futuro del pueblo a este ilusionante proyecto.



Y aprovecho esta entrada para publicar también unas fotos de un pequeño paseo que di a principios de noviembre por la ribera del río Adaja a su paso por Arévalo. Comenzaba ya a vislumbrarse el otoño, y las choperas del río estaban preciosas. Tras ellas uno de los perfiles de Arévalo, con el famoso castillo que acogió, entre otros ilustres moradores, a Isabel la Católica durante un periodo de tiempo en su infancia.



Además de estas hermosas vistas, también disfruté ese día observando varios picos picapinos (Dendrocopos major). Despido esta entrada con un par de fotos de uno de ellos.

 
Imágenes y texto bajo licencia Creative Commons
Enrique Sampedro Miranda
Blog Ría de Ribadeo: www.riaderibadeo.com

2 comentarios:

  1. Tiene que ser todo un espectáculo poder ver esas bandadas de Grullas, Enrique!!.
    Preciosas fotos.
    Saludos.
    Juanjo

    ResponderEliminar
  2. Lo es Juanjo. Es impresionante.
    Gracias y un saludo.

    ResponderEliminar