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viernes, 29 de marzo de 2013

Observando o paso migratorio de aves en Rinlo

De novo por terras galegas, non quixen perdela oportunidade de saír dar unha volta pola costa, aproveitando que estamos en plena época de paso migratorio prenupcial das aves. A rasa costeira da Mariña de Lugo é un lugar idóneo para poder ver desde terra especies que pasan preto da costa na realización da súa migración. Así que onte, aínda que as previsións meteorolóxicas non se cumpriron e amenceu cun tempo peor do esperado, achegueime a Rinlo para observalo paso. E a pesares do insistente orballo (ou barruzo, como lle chamamos aquí), nalgún dos escasos ratos de tregua, puiden sacalos prismáticos e mesmo tirar algunha foto. Así, nuns penedos preto de Pena Corveira descubrín un bando mixto de píllaras cincentas (Pluvialis squaratola), virapedras (Arenaria interpres) e varios pilros (Calidris spp.), que non puiden identificar porque uns pescadores chegaron, e espantáronme o bando.

Gaivota patiamarela, píllara cincenta e pilro spp.

Bando mixto de píllaras, virapedras e pilros.

Os causantes da desbandada


Os que non se espantaron polos pescadores foron os corvos mariños que había no Penedo do Corvo, como é habitual. Nesta foto pódense ver corvos mariños grandes (Phalacrocorax carbo) xunto con corvos mariños cristados (Phalacrocorax aristotelis). 

Corvos mariños grandes e cristados no Penedo do Corvo


E na punta de Pena Corveira, varios gaivotóns (Larus Marinus) xunto con gaivotas patiamarelas (Larus michahellis). 



Mentres, as aves mariñas seguían pasando preto da costa, coma os mascatos (Morus bassanus), gaivotas, e un paso moi numeroso de carráns cristados (Sterna sandvicensis), así coma varios bandos de pentumeiros (Melanitta nigra). 

Costa de Rinlo

Mascato

Gaivota escura e carrán cristado

Bando de pentumeiros


Na lagoa da piscifactoría non había nada especialmente interesante: uns cantos lavancos (Anas platyrhynchos), patos culler (Anas clypeata), mergullón pequeno (Tachybaptus ruficollis) e unha morea de gaivotas. 

Gaivotas na charca de Rinlo


Dadas as malas condicións do tempo, decidín deixala zona e achegarme a botar un vistazo á ría de Ribadeo, a ver si un pouco ó abrigo se estaba mellor. Estiven só un rato observando o que había pola zona media, en torno ó tesón da Berlinga. E o máis destacado foi a presenza dun mergullón cristado (Podiceps cristatus) xunto cunha mobella grande (Gavia immer). 

Mergullón cristado (primeiro plano) e corvo mariño grande no tesón.

Mergullón cristado (esquerda) e mobella grande (dereita).


Tamén era chamativo o enorme número de carráns cristados que había descansando no tesón. 

Carráns cristados (primeiro plano) e gaivotas (ó fondo) no tesón da Berlinga.


Para rematar, colgo este vídeo precisamente dos carráns, que levantaban en grupos para pescar na canle cos seus espectaculares picados.



Imágenes y texto bajo licencia Creative Commons
Enrique Sampedro Miranda
Ría de Ribadeo: http://ria-de-ribadeo.blogspot.com

martes, 26 de marzo de 2013

Buscando lobos en la Sierra de la Culebra

Este pasado fin de semana tocaba viajar a la Sierra de la Culebra, dentro del programa de actividades de la Asociación de naturaleza y senderismo Elefante Rocoso. El objetivo principal del viaje era poder observar al lobo ibérico, una de las joyas de nuestra fauna salvaje, pero también realizar varias rutas de senderismo por la zona y conocer esta agreste comarca zamorana. Y precisamente fue una ruta de senderismo lo primero que hicimos, el sábado por la mañana. Partiendo del pueblo de Villanueva de Valrojo, realizamos una caminata circular que nos llevó por los campos y bosques cercanos. Como se puede ver en esta foto, el agua abundaba, al igual que en muchos otros parajes peninsulares debido al lluvioso invierno que estamos teniendo.


Pronto vimos nuestra primera especie interesante del fin de semana, este ejemplar de águila culebrera (Circaetus gallicus), de regreso tras pasar el invierno en África.


La ruta transcurría entre campos de vegetación arbustiva y pequeñas manchas boscosas, fundamentalmente de roble melojo (Quercus pyrenaica).



En cuanto a las aves observadas durante la ruta, además del águila culebrera, caben destacar otras como cigüeña (Ciconia ciconia), milano real (Milvus milvus), tarabilla (Saxicola torquatus), carbonero (Parus major), arrendajo (Garrulus glandarius), camachuelo (Pyrrhula pyrrhula) o varios ejemplares de piquituerto (Loxia curvirostra), como este macho.


Otro aspecto interesante de la ruta era la presencia de los corralones, construcciones típicas de la zona que sirven para guardar el ganado y protegerlo de los lobos. Alguno estaba aún en buenas condiciones y apto para el uso, mientras que otros estaban en completo abandono, dando muestra de que la actividad pastoril ha ido cayendo con el paso de los años.



Y hablando del lobo, en esta zona, que posteriormente nos confirmaron que solía frecuentar el lobo, encontramos estas huellas, que perfectamente podrían ser del emblemático Canis lupus signatus. Aunque tampoco lo podemos asegurar al cien por cien, ya que pueden ser muy similares a las de determinados perros. Pero por la lejanía del núcleo de población, y haber visto también muchas huellas de animales salvajes, creemos que podrían ser de lobo.


Al finalizar la ruta, y tras regresar a la casa rural en la que nos alojábamos, quedamos con nuestro guía local para hacer la primera de las esperas para intentar observar lobo. Para ello nos dejamos llevar por el guía a uno de los oteaderos de la zona desde los que se puede ver al cánido, y nos dispusimos a esperar pacientemente el atardecer, prismáticos y telescopios en ristre.




Tras un rato, y aún con mucha luz, observamos a los primeros ciervos del fin de semana, varios machos con una hermosa cornamenta.



Pero la tarde iba cayendo, y el rey del bosque seguía sin aparecer. A pesar de saber previamente que su observación es muy difícil, y que es cuestión de suerte, no nos resistíamos, y estuvimos aguardando hasta que la noche se nos echó encima. La luna salió, pero el enigmático animal no hizo acto de presencia, o al menos nosotros no los conseguimos ver.



Tras este primer intento, a la mañana siguiente, nos levantamos muy temprano, antes del amanecer, para hacer una segunda espera en otro de los puntos que hay por la zona y que son apropiados para observar lobo. Fuimos los más madrugadores y los primeros en llegar, pero pronto se nos unieron otros aficionados en la búsqueda del mismo objetivo. En torno a una docena de personas estábamos allí con la esperanza puesta en que alguno de los demás soltase la deseada frase: "¡El lobo!". Pero para nuestra desilusión, esto nunca se produjo, y tras otra fallida espera, abandonamos el lugar para hacer la segunda ruta de senderismo que teníamos planificada.

Foto: Pilar García García

La ruta del domingo la hicimos desde el pueblo de Villardeciervos hasta el embalse de Valparaíso. El día estaba un poco más gris y en algunos momentos nos acompañó la llovizna. Pero esto no nos impidió disfrutar de las hermosas vistas del embalse, así como de la naturaleza del camino.  



La ruta, circular, finalizaba de nuevo en Villardeciervos, en donde conocimos las dos fuentes del pueblo, la del Caño Grande y la del Caño Pequeño, probando ambas aguas como mandaba la guía, para averiguar en primera persona si las aguas de cada una tenían cierta diferencia de sabor, como parece ser que aseguran los vecinos de la zona. Los que las probamos, no descubrimos esa diferencia, aunque seguramente será por nuestro bruto paladar...


Lo que sí supimos apreciar fue la belleza del entorno, la constante presencia de vida que nos acompañaba, así como las bonitas calles empedradas y casas solariegas del hermoso pueblo de Villardeciervos. Allí, pudimos contemplar uno de esos viejos oficios en desuso, el de campanero, que subido en el campanario del pueblo hacía repicar las campanas como queriendo recibirnos.

Petirrojo

Fuente del Caño Grande y Villardeciervos al fondo


Campanario y campanero

Para finalizar, la clásica foto de grupo, en este caso más bien de "grupo reducido", ya que fuimos únicamente 5 personas los que nos apuntamos a este viaje de la Asociación Elefante Rocoso. Aunque sobra decir que con buena compañía y en un lugar tan especial como la Sierra de la Culebra, no necesitábamos ser mas.

De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Luis, Antonia, Pili, Quique e Ilde.



Imágenes y texto bajo licencia Creative Commons
Enrique Sampedro Miranda

miércoles, 20 de marzo de 2013

Aldeaseca: la llanura castellana encharcada.

El pasado fin de semana estuve en mis queridas tierras castellanas de La Moraña. Como casi siempre que voy a Aldeaseca (Ávila), busco un rato libre para darme una vuelta por sus campos. En esta ocasión tenía muchas ganas de ver cómo estaba la cosa por la llanura después de las continuas y abundantes lluvias de este invierno. Y aunque me esperaba encontrarme mucha agua, lo cierto es que la situación me sorprendió, porque había mucha más de la que yo me imaginaba. En los más de 10 años que llevo yendo a la zona habitualmente, creo que nunca la había visto así de encharcada. Porque esa es la palabra que constantemente se me venía a la cabeza, encharcada. Todo está completamente lleno de agua: las cunetas, los caces, los bajíos, los caminos... todo encharcado. 


Mi imaginación voló a otros tiempos en los que el agua afloraba más habitualmente en los campos. Tiempos en los que el acuífero de los Arenales no estaba sobreexplotado, ni los pozos y perforaciones habían mermado sus reservas de agua. Tiempos de los que dan fe los numerosos nombres con los que los lugareños nombraban las tierrras, y que en muchos casos hoy son un mero vestigio del pasado: laguna del Lavajuelo, Lavajo del Obispo, Lavajuelo Grande, El Juncal, El Lavajar... De estos nombres y lugares me encantaba hablar con mi suegro José Manuel, con quien aprendí tantas cosas de esta tierra, sus costumbres y su pasado. Gracias a él pude conocer algunas de esas cosas que sólo quienes han estado toda su vida pegados a una tierra, conocen. Y por eso, esta entrada quiero dedicársela a él, porque desde allá arriba, o desde donde esté, estoy seguro de que seguirá observando todo lo que pasa por sus campos de Aldeaseca.


La tarde estaba lluviosa, para no romper la dinámica de los últimos meses, lo que no me permitió al principio ni bajarme del coche. Así que los prismáticos y la cámara tenían que hacer sus funciones a través de la ventanilla, o con suerte, bajando ésta y a contraviento, para que la lluvia no entrase y dañase el material (ni mojase al conductor). Así saqué las primeras fotos de la tarde, como las de estas cigüeñas en las proximidades de la Fuente La Rosa, o algunas fotos de Aldeaseca.



Aldeaseca y la torre de su iglesia destacando entre los campos


Pero por suerte, poco a poco la situación fue mejorando, los chubascos se fueron haciendo cada vez más dispersos, y comenzaron a aparecer tímidamente los primeros claros. Esto me permitió centrarme más en la observación de aves, y dejar de hacer panorámicas, aunque he de reconocer que esa tarde el objetivo de la cámara se me iba hacia los hermosos paisajes de la llanura encharcada.

Perdiz

Cigüeñas sobre su nido en un pinar

Laguna del Lavajuelo, que nunca había visto con agua.

Pinar de El Nigal (Aldeaseca).


La alegría de la tarde me la llevé al descubrir la presencia de un alcaraván (o dormilero, como se les conoce en la comarca), ave que llevaba mucho tiempo queriendo fotografiar y que hasta el momento nunca lo había conseguido.



Aquí dejo una pequeña relación de algunas de las especies que conseguí observar este día, así como algunas fotos más.

Ánade real / Anas platyrhynchos / Lavanco
Perdiz roja / Alectoris rufa / Perdiz
Cigüeña / Ciconia ciconia / Cegoña branca
Milano real / Milvus milvus / Miñato real - millafre real
Avutarda / Otis tarda / Avetarda
Alcaraván / Burhinus oedicnemus / Alcaraván
Avefría / Vanellus vanellus / Zaconela (galego local) - avefría
Agachadiza / Gallinago gallinago / Becacina
Calandria / Melanocorypha calandra / Calandra real
Cogujada / Galerida cristata / Cotovía cristada - cotovía dos camiños
alondra / Alauda arvensis / Laverca
Lavandera blanca / Motacilla alba / Lavandeira branca
Tarabilla / Saxicola torquatus / Chasco
collalba gris / Oenanthe oenanthe / Pedreiro cincento
Gorrión chillón / Petronia petronia / Pardal das rochas
Pinzón / Fringilla coelebs / Pimpín
Jilguero / Carduelis carduelis / Xílgaro
Pardillo / Carduelis cannabina / Liñaceiro

Alondra

Calandria

Cogujada

Collalba gris

Ánades reales y agachadizas en la laguna del Prado de los Ejidos

Y para finalizar, una instantánea del precioso atardecer del que pude disfrutar este día, con el sol sobre las nubes reflejado en una de las numerosas charcas que se han formado en La Moraña.




Imágenes y texto bajo licencia Creative Commons
Enrique Sampedro Miranda