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jueves, 22 de noviembre de 2012

Kenia (III). El Masai Mara.

Tenía pendiente desde hace unos meses acabar de meter las entradas sobre mi viaje a Kenia, por lo que aprovecho que estos días no he hecho ninguna salida al campo para continuar con ello.

Masai Mara - Kenia.



En este recorrido por Kenia, después de pasar por Nairobi, ascender a los Aberdares o cruzar el valle del Rift, llegaba el momento de visitar la joya de la corona de los parques nacionales de Kenia, el Masai Mara. Para llegar aquí desde el Rift es necesario coger una de las carreteras que atraviensan el continente, la Transafricana, en este caso la TAH8, que une el Atlántico con el Índico, desde Lagos a Mombasa. Esta gran vía de comunicación continental no dejaría de ser una simple carretera secundaria en Europa, pero su encanto es innegable.







Por si la Transafricana fuera poco, para llegar al Masai Mara hay que continuar unas interminables horas por caminos de tierra, atravesando pequeños poblados, aldeas masai, y muchos baches y polvo. Pero el sacrificio merece la pena. Al llegar, podemos contemplar ante nuestros ojos uno de los paisajes más hermosos que existen, la gran sabana africana.



Qué decir sobre Masai Mara… El más famoso de los parques salvajes de Kenia está ubicado en la zona sudoeste del país, en la conocida región del Serengueti. Junto con el parque nacional del mismo nombre, en la vecina Tanzania, y las llamadas áreas de dispersión, conforman un inmenso espacio natural, conocido como sistema Serengueti-Mara, de en torno a los 25.000 km2 de extensión. Es en este escenario en donde tiene lugar día a día la eterna lucha por la supervivencia entre cazadores y presas. Aquí pueden verse con relativa facilidad tanto los grandes depredadores (leones, leopardos, guepardos, hienas…), como enormes manadas de herbívoros (ñúes, cebras, impalas, gacelas…). De hecho, en esta zona tiene lugar una de las mayores migraciones del mundo animal, cuando cada año, hasta un millón y medio de ñúes, 250.000 cebras de Burchell y medio millón de gacelas Thomson, caminan a través del complejo Serengeti-Mara a lo largo de una marcha cíclica que cubre unos 2.700 kilómetros.




Pero vamos poco a poco, Masai Mara es muy grande, y depara muchas sorpresas, grandes y pequeñas. Una de las que primero yo me llevé fue la de descubrir a mi quinto grande, el rey por antonomasia de la fauna africana, el león. Con esta observación completaba mi círculo de los cinco grandes, algo anecdótico, pero que no puedo negar que me hizo mucha ilusión. Este grupo de leones estaba comenzando a devorar a una imponente presa, y que pocas veces los leones son capaces de derribar, nada más y nada menos que un búfalo.







De la dificultad de la caza y la tremenda batalla que debieron librar entre el búfalo y los leones, dan muestra las heridas de algunas de las leonas que participaron en la captura. Y digo leonas porque normalmente son éstas las que realizan la caza, siendo posteriormente los machos los primeros en comenzar a comer.





Después de ver al león, uno puede pensar que poco más queda por ver. Pero nada más lejos de la realidad. El león es uno más de los animales que habitan este lugar, y todos tienen su valor y su función en el ecosistema. Como decía antes, los herbívoros juegan un papel fundamental, alimentándose en las grandes praderas, y sirviendo como la base que sustenta a los grandes carnívoros.

Topis

Gacelas Thomson

Ñu

Impalas y gallinas de Guinea



Otro de los depredadores que constantemente están al acecho en este medio es la hiena. Esta se acercaba al olor de una presa que estaban devorando los leones, aunque al ver que no tenía posibilidades y estar sola, se tuvo que volver por el mismo camino que había venido.





Y cómo no, también las aves tienen su lugar en la tierra de los Masai. Desde el ave más grande del mundo, el avestruz (Struthio camelus), hasta un sinfín de especies como estas que logré fotografiar: el elegante pájaro secretario (Sagittarius serpentarius), las águilas, nuestra conocida abubilla (Upupa epops) una hermosa carraca de pecho violeta (Coracias caudata), el granadero púrpura (Uraeginthus ianthinogaster), el ave martillo (Scopus umbretta), el cálao terrestre (Bucorvus leadbeateri) y el sisón ventrinegro (Eupodotis melanogaster).

Avestruz

Pájaro secretario

Pájaro secretario

Águila (spp.)

Abubilla

Carraca de pecho violeta

Granadero púrpura

Ave martillo

Cálao terrestre

Sisón ventrinegro

Sisón ventrinegro


Dada la importancia y riqueza del Masai Mara, aquí pasamos varias jornadas, haciendo diferentes rutas y disfrutando de atardeceres como este.

Atardecer sobre el Masai Mara



Dejo para una entrada final las últimas fotografías del viaje.

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Imágenes y texto bajo licencia Creative Commons
Enrique Sampedro Miranda
Ría de Ribadeo: http://ria-de-ribadeo.blogspot.com


4 comentarios:

  1. Hola Enrique, soy Jorge Leonor.
    Me ha encantado este reportaje, y no solo por las fotos, sino porque, otra coincidencia entre nosotros, estuve este vernao por alli y tambien tengo pendiente subir imagenes del Masai.
    Un saludo

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    1. Hola Jorge. Sí, ya había leído en tu blog que has estado también por allí. La verdad es que es un viaje inolvidable. Seguro que tú también le sacaste mucho partido.
      Un saludo.

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  2. ¡qué recuerdos, qué nostalgia, qué ... todo!. A ver si para el 2014 puedo ir a África otra vez.

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    1. No paras... ¿Cuantos paises visitas al aňo?
      A mí tambien me gustaria repetir algún día.
      Un saludo.

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