El pasado domingo estuve de excursión con el grupo
SEO-Vanellus (al que estoy asociado) por la Mancha húmeda, como comunmente se conoce a esta zona manchega caracterizada por sus importantes humedales. Durante la jornada visitamos cuatro de estos humedales, en el siguiente orden: Laguna de Navaseca en Daimiel, Tablas de Daimiel, Laguna de la Veguilla en Alcázar de San Juan y Laguna Grande en Villafranca de los Caballeros. Las tres primeras se encuentran en la provincia de Ciudad Real, mientras que la última pertenece a la de Toledo. Como os podréis imaginar, con este plan de visitas, las observaciones de aves en cantidad y calidad estaban aseguradas, como así fue. A continuación haré un relato de lo más relevante observado en cada uno de estos humedales, con las correspondientes fotos.
Como decía, el primer lugar que visitamos fue la laguna de Navaseca, en Daimiel. Los que conocéis el lugar ya sabéis que esta laguna hoy por hoy es un punto caliente para la observación de aves en la zona, ya que alberga una enorme variedad de especies, que se pueden observar con muchísima facilidad. Lo que más llamaba la atención nada más llegar era la gran cantidad de agua, como por suerte viene siendo habitual en los últimos años en La Mancha. La laguna de Navaseca se ha desbordado completamente, cruzando la carretera y creando una extensión de la laguna principal al otro lado de un tamaño muy considerable.
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El agua ha anegado los campos aledaños a la laguna principal |
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Agua cruzando constantemente sobre la carretera desde la laguna (izquierda) al otro lado (derecha) |
En cuanto a las aves, lo más destacado, ya de lejos, era la presencia de un hermoso y nutrido grupo de flamencos rosas (Phoenicopterus roseus).
También pudimos observar aquí nuestras primeras malvasías cabeciblancas de la jornada (Oxyura leucocephala), azulón (Anas platyrhynchos), pato cuchara (Anas clypeata), pato colorado (Netta rufina), porrón común (Aythya ferina), zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), calamón (Porphyrio porphyrio), focha (Fulica atra), cigüeñuela (Himantopus himantopus) o agachadiza (Gallinago gallinago). Entre todas ellas se mezclaban las recién llegadas golondrinas (Hirundo rustica), que no dejaban de sobrevolarnos con sus enérgicos vuelos.
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Malvasía cabeciblanca |
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Cigüeñuela |
Desde aquí nos dirigimos a las Tablas de Daimiel, con la certeza de que nos íbamos a encontrar el emblemático parque nacional a rebosar de agua. Efectivamente, así fue, lo que no deja de causarme una gran alegría. Como sabéis los seguidores del blog, es un sitio al que me gusta ir siempre que puedo, y del que llevo haciendo seguimiento varios años. De su actual estado hídrico ya he hablado en este blog en anteriores ocasiones, por lo que no voy a volver a hacerlo en esta ocasión. Quien esté interesado, puede ver por ejemplo esta anterior entrada:
pinchar aquí. Centrándome en esta visita, las Tablas presentaban, como decía, su mejor aspecto. Esto es visible no sólo en las propias Tablas, sino también en los ríos que las nutren, como son el Guadiana y el Cigüela.
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Río Guadiana a la altura del Molino de Molemocho |
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Tablas de Daimiel |
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Tablas de Daimiel |
En cuanto a las aves, varias de las especies ya observadas en Navaseca, más otras como ánsar común (Anser anser), somormujo lavanco (Podiceps cristatus), cormorán grande (Phalacrocorax carbo), garceta (Egretta garzetta), aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) o buitrón (Cisticola juncidis). Y también una gran cantidad de grullas (Grus grus) en todo el entorno del humedal.
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Somormujo lavanco |
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Bando de grullas en formación |
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Grupo de fochas |
Pero sin duda la observación estrella de las Tablas, y del resto de la jornada, fue una pareja de bigotudos (Panurus biarmicus) que se hizo de rogar, pero que finalmente conseguimos observar y fotografiar. Y digo que se hizo de rogar porque era uno de los objetivos del día, ya que en una visita previa la semana anterior, varios miembros de SEO-Vanellus los habían visto en este lugar, e íbamos con la esperanza de poder verlos también nosotros. Hicimos un primer intento nada más llegar, pero tuvimos que dejarlo un tanto decepcionados, para no perder demasiado tiempo. Pero después de haber hecho la visita completa, y tras comer en el merendero, decidimos hacer un último intento. Aquí tenemos que agradecer la perseverancia de José Luis Arroyo, ya que en gran medida fue por su insistencia como lo conseguimos (gracias compañero). Y aquí está el resultado, esta preciosa pareja de bigotudo, tanto el macho como la hembra.
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Macho |
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Hembra |
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Hembra |
Después de esto cabría pensar que ya poco nos quedaba por ver. Pero ni mucho menos, ya que aún nos faltaban dos interesantes humedales por visitar. El primero de ellos la laguna de la Veguilla, en Alcázar de San Juan, a donde nos desplazamos. Al igual que en Navaseca, lo que más destacaba al aproximarse a la lámina de agua eran los coloridos grupos de flamencos.
Pero una vez acomodados en los observatorios, y ya con más detenimiento, se descubrían el resto de especies que llenaban este rico espacio natural, tales como tarro blanco (Tadorna tadorna), cerceta (Anas crecca), ánade friso (Anas strepera), pato cuchara, zampullín cuellinegro, zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), etc. También descubrimos alguna solitaria espátula (Platalea leucorodia), así como una aguja colinegra (Limosa limosa).
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Malvasías cabeciblancas |
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Zampullín cuellinegro |
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Flamencos en vuelo |
Como los preciosos flamencos de la anterior fotografía, si se me permite el juego de palabras, nos fuimos volando hacia la última parada de esta fructífera jornada ornitológica por la Mancha húmeda. Fue en Villafranca de los Caballeros, en cuya Laguna Grande, como si de un mar interior se tratase, nos vimos rodeados por enormes bandos de gaviotas, que era lo más abundante, además de fochas y alguna que otra anátida y somormujo.
Entre las gaviotas, la mayoría reidoras (Chroicocephalus ridibundus) y en menor número sombrías (Larus fuscus) descubrimos unas pocas cabecinegras (Ichthyaetus melanocephalus). También llamaron nuestra atención varias gaviotas reidoras teñidas de un llamativo rosa pálido, provocado por ciertos carotenos provenientes de su dieta.
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Gaviota cabecinegra (segunda por la izquierda, abajo) entre reidoras |
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Gaviota reidora con plumaje rosáceo (abajo) en comparación con otras de su especie |
Para finalizar esta entrada quiero agradecer a los compañeros del grupo local SEO-Vanellus la perfecta organización de este viaje, y de esta jornada tan interesante que pasamos en La Mancha y sus humedales.
Imágenes y texto bajo licencia Creative Commons
Enrique Sampedro Miranda
Ría de Ribadeo: www.riaderibadeo.com