Pues sí, como todos los años, la llegada del otoño viene acompañada de unas viajeras muy especiales que regresan a la península en esta época, las grullas. Y como cada año, estoy esperando la primera oportunidad para ir a verlas a la Laguna de El Oso (Ávila). Este año la fecha fue el pasado fin de semana. Aprovechando que fuimos a pasar el fin de semana a Aldeaseca, el sábado (17 de octubre) me acerqué a El Oso para ver a estas aves que tanto me gustan. Lo hice acompañado de mi amigo Víctor Coello, a quien recogí en Arévalo para irnos juntos hasta El Oso. Y como no podía ser de otra forma, allí estaban las grullas, dispersas por los campos en torno a la laguna.
En el observatorio nos juntamos también con Víctor G.D. y con David, con lo que pasamos allí una buena tarde charlando de muchos temas. Pero vamos al grano con lo que observamos entre charla y charla. Además de las grullas (Grus grus), de las que contamos unas 350, observamos también 24 ánsares (Anser anser), varios cientos de azulones (Anas platyrhynchos), cercetas (Anas crecca), un silbón (Anas penelope), 6 avefrías (Vanellus vanellus), una gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus) y 2 agujas colinegras (Limosa limosa). La laguna muestra aún poca agua, pero esto no impide que se pueda ver ya mucho movimiento de aves en el vaso lagunar y alrededores.
Ánsares |
Y como siempre los rosales de delante del observatorio nos deleitaron con la visita de varios paseriformes como una tarabilla (Saxicola torquatus), un triguero (Emberiza calandra), gorrión molinero (Passer montanus) o mosquiteros (Phylloscopus spp.).
Tarabilla común |
Al ir cayendo la tarde fueron llegando a la laguna más bandos de grullas con su particular trompeteo que nos sirvió de despedida a la jornada.
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Enrique Sampedro Miranda
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