La primera salida para observar aves de mi sobrina

Este fin de semana he vivido un momento muy especial en la naturaleza, practicando mi afición de observar aves y pasear por el campo. Pero no ha sido por haber observado un gran número de especies. Ni por haber observado ninguna rareza. Ni tampoco por haber observado ninguna especie nueva para mí. No. Ha sido porque era la primera vez que salía con mi sobrina María a observar aves. Y como no podía ser de otra forma, fue en Aldeaseca.

Aldeaseca

Junto con mi cuñado Paco, los tres hicimos una breve salida por la zona, para no aburrir mucho a la pequeña. Como se trataba de que pudiese ver algunos pájaros por el telescopio y los prismáticos, la primera parada la hicimos en la carretera que va a Sinlabajos, en donde las copiosas lluvias del último mes han dado lugar a la aparición de esta charca. Allí María pudo ver por primera vez un ave a través del telescopio. Se trataba de una pareja de ánades reales.

Desde allí nos fuimos a Donvidas, en busca de un vecino que a buen seguro le iba a gustar mucho a María, y sabiendo que es un residente habitual. Y efectivamente, allí estaba esperándonos el mochuelo.

Además, en torno a la iglesia pudimos ver también gorriones, golondrinas, estorninos, palomas...

Y de regreso a Aldeaseca, por los ahora verdes campos morañegos, seguimos observando más especies típicas de la zona: cernícalos, un aguilucho pálido, un milano real, cogujadas, avefrías... Mientras María se divertía mirando con los prismáticos por la ventanilla del coche, incluso aunque los pusiese al revés, lo que parecía hacerle más gracia...

Un día inolvidable, al menos para mí, y espero que también para mi sobrina María. Y dentro de un tiempo espero repetir la experiencia con mi hija Sara.

Imágenes y texto bajo licencia Creative Commons
Enrique Sampedro Miranda
Blog Ría de Ribadeo: www.riaderibadeo.com