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martes, 3 de julio de 2012

Kenia (II). El Valle del Rift y los lagos Nakuru y Naivasha


Lago Nakuru

Si la primera entrada dedicada a Kenia fue sobre un ecosistema de montaña, mi siguiente destino puede considerarse como la antítesis, ya que es un amplísimo e impresionante valle. Se trata nada más y nada menos que del Valle del Rift, una colosal brecha geológica que cruza el continente africano a lo largo de casi 5.000 km. de Norte a Sur, desde el Mar Rojo hasta Mozambique.

Panorámica de una zona del Valle del Rift


En Kenia, esta enorme cicatriz en la corteza terrestre, da lugar a uno de los parajes más singulares del mundo, el sistema de lagos del Valle del Rift, que en 2011 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Rodeados de volcanes y muestras de actividad geológica por todas partes, los lagos Nakuru y Naivasha son dos oasis de vida que albergan una gran variedad de especies animales y vegetales.


Lago Nakuru

Las aguas del lago Nakuru, debido a su alto grado de alcalinidad, sólo pueden ser habitadas por determinados organismos muy específicos como ciertas clases de algas o zooplancton. Y precisamente es la abundancia de estos organismos la que provoca que allí se llegue a congregar una de las mayores concentraciones de aves del planeta. Los flamencos acuden a este lugar para alimentarse de estos microorganismos, formando lo que el ornitólogo y naturalista Roger Tory Peterson calificó como “el más grande espectáculo del mundo”.

Flamencos en el Lago Nakuru


Flamencos

Orillas salobres del lago Nakuru


Pero el Parque Nacional del Lago Nakuru no sólo alberga flamencos, sino que en él se pueden observar una gran variedad de aves, de las que la mayoría suponían para mí su primera observación.


Marabúes (Leptoptilos crumeniferos) y pelícano (Pelecanus onocrotalus)


Cálao terrestre (Bucorvus leadbeateri)

Águila azor africano (Aquila spilogaster)

Tántalos africanos (Mycteria ibis)


Ibis sagrados (Threskiornis aethiopicus) alimentándose entre los pelícanos


Ibis sagrados y flamencos en el Lago Nakuru


Y si las aves de este lugar impresionan, qué decir de los mamíferos. En Nakuru se pueden ver ya muchas de las especies de grandes animales que todos conocemos por los documentales.


Manada de búfalos a las orillas del lago Nakuru


Cebras y gacela de thomson


Antílope de agua (Kobus ellipsiprymnus)


Antílope de agua


Impala


Chacal

Babuinos


Madre con crías



Gacela Thomson (Eudorcas thomsonii)


Y entre toda esta variedad, dos de los “cinco grandes” que me faltaban en mi particular safari. Uno de ellos es el impresionante rinoceronte blanco, del que vimos varios ejemplares.

Rinoceronte descansando junto a los búfalos

Rinoceronte blanco (Ceratotherium simum)

Otro ejemplar diferente, en el que se puede apreciar su enorme tamaño, comparado con un búfalo, que ya de por sí es un animal de un gran tamaño.



Mi cuarto "grande", y que me hizo vivir otro de esos momentos mágicos del viaje, es uno de los animales más difíciles de encontrar, debido a sus hábitos solitarios, ser muy esquivo, y mostrarse más activo durante la noche. La mayoría de las personas que se vuelven a casa sin conseguir completar el quinteto es por no conseguir ver a este maravilloso animal, uno de los depredadores más letales de África, el leopardo.

Leopardo africano (Panthera pardus pardus)



El otro lago del Valle del Rift que visité, fue el lago Naivasha. A diferencia del Nakuru, es un enorme lago de agua dulce de en torno a unos 140 km2 de extensión. En él se rodaron algunas escenas de la hermosa película “Memorias de África”, y no es difícil comprender el por qué.

Lago Naivasha


En cuanto a su fauna, aquí disfruté observando animales como las jirafas, búfalos, cebras, o este simpático Dic dic, otra especie de antílope diminuto, de apenas 35-40 centímetros de altura.

Dic dic de Kirk (Madoqua kirkii)


Jirafa reticulada (Giraffa camelopardalis reticulata)


Estornino soberbio (Lamprotornis superbus)


Pero sin duda el animal que más me impresionó de Naivasha fue el hipopótamo. Para verlos tuvimos que desplazarnos a uno de sus lugares de pasto nocturnos, salida no exenta de cierto riesgo, ya que el hipopótamo es uno de los animales que más muertes provoca en África (habitualmente se cita como el que más, pero hace poco leí que el cocodrilo le supera). Por este motivo no debíamos acercarnos demasiado, porque además, y en contra de lo que pueda parecer, consigue alcanzar gran velocidad sobre tierra, así que de noche, y a una distancia de seguridad razonable, esto es lo más parecido a una foto que pude sacar.

Hipopótamo (Hippopotamus amphibius)


Y con esta emocionante observación nocturna, finalizo el relato sobre mi viaje por el Valle del Rift y sus lagos. En la próxima entrada, la salida del valle y el recorrido por otro impresionante lugar de Kenia.

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Imágenes y texto propiedad de:
Enrique Sampedro Miranda
Ría de Ribadeo: http://ria-de-ribadeo.blogspot.com


4 comentarios:

  1. Con el ajetreo de mi conferencia y las vacaciones de la semana pasada, no he tenido tiempo de comentarte en la anterior entrada. Creo que hemos hecho un viaje muy parecido, solo que el mío fue hace 22 años. Así, me has traído muy buenos recuerdos. Parece mentira, pero entonces no había fotografía digital accesible ni blogs para contarlo.
    Gracias por la visita de ayer. Como le dije a Pedro, de "ser-vivo" que también pasó por allí, es una pena no haber tenido tiempo para charlar un poco, pero esos días son de demasiado ajetreo. Ya sabes dónde estoy. Cuando quieras puedes venir a verme con más calma.
    Saludos.

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  2. De nada Jesús, fue un placer. Y no te preocupes, que es imposible tener tiempo para hablar con todos los que asistimos uno a uno. De todas formas, ahora que ya nos conocemos, cualquier día vuelvo por allí con más calma.
    Ayer saqué alguna foto y en cuanto tenga tiempo quiero hacer una pequeña reseña en el blog sobre la charla y la exposición. A ver si puedo a finales de semana.
    Gracias por el comentario y un saludo.

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  3. Xa vexo que andas aburríndote, Quique (qué envexa!)

    De toda formas, e se che son completamente sincero, boto de menos fotos de bichería pequena cando a xente volve de África con fotos. Imaxino que o dos grandes mamíferos e aves debe ser a hostia, pero gostaríame ver estampas menos coñecidas, como unha ribeira pantanosa chea de insectos acuáticos ou anfibios, por dicir algo.

    As imaxes de elefantes e demáis por seren amplamente coñecidas da televisión, parece que non me atraen demasiado. Pero ten que haber tantísima cousa por aquelas terras...

    Non obstante entendo perfectamente que esas fotos hai que traelas si ou si, je, je..

    Unha aperta

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  4. Gracias Xabi. O que pasa é que non é fácil iso que dis, porque alí non te podes baixar do coche así como así e poñerte a remexer polas ribeiras, xa que pode ser bastante perigoso. De feito non che deixan facelo. Ainda que coñecendo a túa afición polos anfibios, reptís, etc., igual ata te atrevías... Pero xa sabes que eu de "bichería pequena" non controlo, e realmente hai tanto que ver, que a veces non sabes para onde mirar, e claro, vánseche os ollos para o máis grande, porque é unha pasada.
    Unha aperta.

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