Ría de Ribadeo: Águila imperial, buitre negro, aguilucho pálido, abejarucos... El Monte de Batres.

sábado, 19 de junio de 2021

Águila imperial, buitre negro, aguilucho pálido, abejarucos... El Monte de Batres.

La segunda visita primaveral para el programa SACRE a mi cuadrícula en el Monte de Batres la realicé el pasado 5 de junio. Con algo de retraso, traigo al blog el listado de especies observadas así como algunas fotos del recorrido. Como más destacado de la jornada, la presencia de este hermoso ejemplar adulto de águila imperial, posada en la copa de un árbol. Estaba justo al lado del camino por el que realizo el recorrido para el programa. Así que no tuve ni que buscarla, allí estaba esperándome.

Pero ella no me buscaba a mí, sino a éstos, que son su principal alimento. Gracias a la abundancia de conejo, el águila imperial se puede reproducir aquí.

También pude observar a placer a este enorme buitre negro que estaba posado en una loma. Hasta que levantó el vuelo después de un buen rato oteando el panorama.

Ambas especies, la imperial y el buitre negro, son habituales en la zona, y ya las he observado en más ocasiones aquí. Pero son aves que uno nunca se cansa de observar, y si se da la ocasión, de fotografiar.

Además de estos dos grandes bichos, otros más modestos pero igualmente hermosos como los abejarucos son fijos, ya que es un hábitat ideal para ellos. Tienen todo lo que necesitan. Gran cantidad de insectos, e innumerables lugares para anidar en las cárcavas y cortados del monte.

Entre las encinas, alcornoques, coscojas, jaras, y demás vegetación del monte mediterráneos, los paseriformes encuentran un hábitat especial. Así que por todas partes vas escuchando a los verdecillos, pinzones, jilgueros, currucas, etc.

También hay sitio aquí para las aves esteparias, debido a las extensiones de campos de cereal en el entorno del monte. Desde aguiluchos cenizos, pasando por cogujadas (montesina y común), calandrias, alondras, o codornices. Lo que me falta por ver aquí alguna vez es la avutarda, presente hace décadas, pero desaparecida ahora, salvo apariciones ocasionales. Y es que a pesar de ser una zona bien conservada, lo cierto es que está completamente rodeada de infraestructuras de comunicaciones que han fragmentado completamente el terriotorio, lo que ha hecho que estas grandes aves hayan buscado otras zonas más tranquilas y libres de presencia humana.

Por último, destacar también la observación de esta garza imperial que me sobrevoló. Por la dirección de vuelo, seguramente vendría del río Guadarrama, que está pegado al monte de Batres, y se dirigía hacia algún humedal hacie el este.